martes, febrero 20, 2007


La soberanía alimentaria es una propuesta política. Después de varios años desarrollándola, La Vía Campesina la presentó a nivel internacional durante el Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996. De allí en adelante, muchos movimientos sociales, organizaciones y otros la han adoptado y participado en desarrollar la manera en la cual se describe a la soberanía alimentaria y cómo se la puede implementar. En los debates constantemente se tocan asuntos y desafíos nuevos. La soberanía alimentaria provée el espacio para una rica diversidad de propuestas concretas adecuadas a las situaciones locales y nacionales, a las diferentes culturas, y a las aspiraciones y necesidades de pueblos diferentes. Coloca a los/as agricultores/as, los/as pastoralistas/ pastores/as, los/as pescadores/as, los pueblos indígenas, y otros/as productores/as de alimentos al igual que a los/as consumidores/as en el centro del desarrollo de las políticas alimentarías y agrícolas en lugar de centrarse en las demandas de los mercados y la producción corporativa de alimentos. La soberanía alimentaria incluye y defiende los intereses de las generaciones futuras. La Soberanía Alimentaria representa una agenda contrapuesta a las políticas neoliberales del comercio globalizado y la “seguridad alimentaria” actualmente definidas por el régimen alimentario establecido por las corporaciones y sus modelos de producción agro-industrial. Ofrece tanto una estrategia para resistir y desmantelar dicho régimen, como también ofrece direcciones para mejorar los sistemas alimentarios, agrícolas, pastorales/pastoralistas, y pesqueros.

La soberanía alimentaria no está en contra del comercio ni de la seguridad alimentaria per se. Es mas, la soberanía alimentaria estipula una seguridad alimentaria verdadera y un comercio justo dando prioridad a los mercados, productores/as y consumidores/as locales. La soberanía alimentaria apoya a la agricultura liderada por los/as agricultores/as, la pesca enfocada en los/as pescadores/as, el pastoreo/pastoralismo liderado por los/as pastores/as, todo esto en base a la sostenibilidad medioambiental, social y económica, en contraposición a la producción de alimentos dirigida por los agronegocios industriales y las corporaciones. La soberanía alimentaria promueve la formulación de políticas y prácticas de comercio al servicio del derecho de los pueblos y la gente a producir y cosechar alimentos inocuos, saludables, y ecológicamente sustentables.

La Soberanía Alimentaria ha sido descrita de la siguiente manera:

el derecho de los individuos, los pueblos, las comunidades y los países a definir sus propias políticas agrícolas, laborales pesqueras, alimentarias, y de gestión de la tierra y los recursos hídricos, que sean ecológica, social, económica y culturalmente apropiadas a sus circunstancias particulares;

el verdadero Derecho a la Alimentación y a producir alimentos, lo que significa que todos tienen el derecho a alimentos inocuos, nutritivos y culturalmente apropiados, a los recursos para producir alimentos, y la posibilidad de mantenerse a si mismos y a sus sociedades;

el derecho a proteger y a regular la producción y el comercio interno y a impedir el dumping de alimentos y la innecesaria ayuda alimentaría en los mercados nacionales;

autosuficiencia alimentaria hasta el punto deseado;

el manejo del uso, los derechos y el control sobre los recursos naturales – la tierra, el agua, las semillas, las razas de ganado y toda la biodiversidad agrícola, sin restricciones por los derechos de propiedad intelectual y sin OGMs ;

basada en y apoyando la producción y la cosecha ecológicamente sustentables, principalmente la producción agro-ecológica y la pesquería artesanal.

Para controlar la producción alimentaria, los/as pequeños/as agricultores/as y los/as campesinos, los/as pastores/as y pastoralistas, los/as pescadores/as, la gente que vive en los bosques, los pueblos indígenas y otros/as productores/as de alimentos a pequeña escala tienen que ser activa y decisivamente involucrados/as en el proceso de formulación de políticas. Las mujeres productoras de alimentos, juegan un papel primordial en su producción, el mantenimiento de la diversidad agrícola y la nutrición familiar. Ellas específicamente tienen que ser involucradas directa y activamente en la toma de decisiones políticas y en la definición de las prioridades de investigación, si éstas van a responder a sus necesidades y en consecuencia a las necesidades de la comunidad entera.

Como un marco amplio que incluye la producción, la distribución, el intercambio y el consumo, la soberanía alimentaria tiene también implicaciones importantes para los/as jóvenes rurales. El reavivar y fortalecer las economías locales y asegurar que las comunidades rurales tengan los recursos necesarios para ser autosuficientes, significa que los/as jóvenes tendrán oportunidades para desarrollarse y tener trabajo.

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