martes, agosto 23, 2005

Artículo tomado del Boletín N° 55 de la Red OilWatch:

ÁREAS PROTEGIDAS Y LAS ASOCIACIONES INDUSTRIA - CONSERVACIONISMO

En el marco del Convenio sobre Diversidad Biológica se ha conformado un grupo de trabajo sobre áreas protegidas, en el que se está avanzando en la imposición unos nuevos modelos de control del territorio y privatización de la vida, donde las organizaciones conservacionistas trabajan como socias de las empresas que más destruyen la biodiversidad, incluyendo las empresas petroleras.

El programa de trabajo sobre áreas protegidas tiene cuatro líneas de acción, cuya intención es crear nuevas áreas protegidas, incluyendo reservas privadas, que puedan ser administradas por organizaciones privadas y no gubernamentales. Por lo tanto, recursos estratégicos importantes como la biodiversidad y el petróleo, pasan a ser administradas por entidades privadas, a espaldas de la sociedad. Para ello, es necesario crear un marco legal, institucional y financiero para que estas nuevas propuestas de conservación sean viables.

SOBRE COMUNIDADES INDÍGENAS Y LOCALES

Aunque el programa de trabajo sobre áreas protegidas reconoce que el establecimiento, manejo y monitoreo de las áreas protegidas debe contar con la participación efectiva y total de las comunidades indígenas y locales y del reconocimiento y respeto pleno de sus derechos; en otros puntos del programa de trabajo, se recomienda que en la identificación de nuevos sitios para la conservación, se utilicen “metodologías basadas en la ciencia“, que se basan únicamente en criterios biológicos o geográficos. Se desconoce por lo tanto la opinión de las comunidades locales, sobre cuyos territorios se establecerán las nuevas áreas protegidas.

Entre estos instrumentos se destaca la “metodología del análisis de vacíos“, mediante la cual, se hace estudios sobre la distribución de anfibios, reptiles y mamíferos, para identificar componentes de la biodiversidad irreemplazables, se escoge un área de un tamaño tal que asegure poblaciones biológicas viables. Esta metodología ignora las necesidades de las poblaciones locales.

Para ocuparse de las poblaciones locales, se propone llevar a cabo un proceso de consulta, el que empezaría sólo después de que se hayan identificado los sitios que serán declarados como áreas protegidas, por su importancia biológica.

Si las poblaciones aceptan que su territorio sea declarada área protegida, se reconocerán sus derechos pero tendrán también ciertas obligaciones. Estas poblaciones, que han sabido conservar la naturaleza, y por eso su territorio se declara como un área protegida, tienen que someterse entonces a un proceso de capacitación por parte de científicos para que aprendan a manejar el área científicamente y a seguir un plan de manejo impuesto.

En el programa de trabajo no se descarta que las poblaciones sean desplazadas de las áreas protegidas y reasentadas en otros lugares. Aunque el reasentamiento debe contar con el consentimiento informado previo de las poblaciones afectadas, la experiencia en esos procesos de consulta - para obtener el consentimiento - demuestran que con frecuencia, las poblaciones locales son objeto de un grado de acoso que no tienen más remedio que dejar su tierra, a cambio de “bambalinas y espejos“.

La propuesta de inclusión de los pueblos indígenas y comunidades locales en el manejo de las áreas protegidas, es un reconocimiento del frecuente fracaso de los modelos de conservación sin gente, y de la necesidad de incluir a las poblaciones en los programas de conservación.

No hay necesariamente un reconocimiento de la tecnología y ciencia indígena. Aunque se acepta que las poblaciones locales pueden jugar un papel importante en el manejo de las áreas protegidas, deben hacerlo usando patrones de conocimiento y tecnologías de otros. Por ejemplo un punto dice que se debe desarrollar tecnología para comunidades indígenas y locales en materia de rehabilitación de ecosistemas degradados. Ellas hacen el trabajo de rehabilitación, aplicando la tecnología que para el efecto se ha desarrollado, convirtiéndose en fuerza laboral.

Se habla de reducir la pobreza a través de la inclusión de poblaciones locales en el establecimiento de áreas protegidas. La experiencia en el Ecuador y otros países ha sido que la gente local es contratada como guardaparques, pasando de dueños del territorio a empleados de las áreas protegidas.

Esto en el mejor de los casos, porque con el reconocimiento de reservas privadas, se puede dar un proceso de compra de tierras o desalojos en beneficio de ONG conservacionistas internacionales y otros actores privados.

EL MANEJO ADAPTATIVO

Uno de los conceptos que se están impulsando es el manejo adaptativo, que sostiene que dado que existe tan poca información sobre el manejo de los ecosistemas, y el tiempo es corto, se debe actuar rápidamente, por medio de experimentar mientras se hace o “aprender haciendo”; no se requiere contar con todo lo que se necesita saber de un ecosistema para empezar a manejarlo, porque los problemas que enfrentan son muy graves. Este concepto se aplica sobre todo a ecosistemas habitados por seres humanos.

El manejo adaptativo formula políticas de manejo por experimentación, es una forma de pensar al manejo de ecosistemas, por medio de cambiar el comportamiento de las personas que viven en el. Es decir, que se parte del precepto de que la gente local no tiene suficientes conocimientos sobre cómo deben manejarse los ecosistemas.

Esto es un problema porque muchas poblaciones que viven en ecosistemas frágiles, han desarrollado un manejo muy sofisticado del medio, basado no sólo en el conocimiento que estos pueblos tienen del medio en el que viven, sino en aspectos sagrados y rituales. Como dijo un cazador Khomani del desierto de Kalahari, cuyas tierras fueron clasificadas como Parque Nacional Gemsbok: “El Kalahari es como una granja. Para nosotros no es un área silvestre. Conocemos cada planta, animal, insecto, y sabemos como usarlo. Ningún otro pueblo podrá nunca conocer esta tierra como nosotros“.

Llegar e imponer determinadas formas de manejo de la naturaleza, sobre todo basadas en aspectos mercantilistas, es como llegar a un templo y convertirlo en un mercado, pues para estos pueblos indígenas, la tierra es su templo.

Esta forma de abordar el manejar el ecosistema, refleja demasiada fe en la ciencia y un desprecio por los conocimientos y sabiduría que posee la gente local que ha manejado su ambiente tradicionalmente. Se parte del hecho de que quienes amenazan a la conservación de la biodiversidad son las poblaciones locales, por lo que hay que educarlas, ignorando las principales causas de la destrucción ambiental, como se explicó antes. Hay que señalar que las poblaciones locales si pueden producir impactos en la biodiversidad, pero esto sucede cuando se produce un quiebre en el manejo tradicional del ecosistema, especialmente por alguna interferencia externa.

“FINANCIACIÓN SUSTENTABLE“ DE LAS ÁREAS PROTEGIDAS

Entre los mecanismos establecidos para desarrollar una financiación sustentable para las áreas protegidas, se hace un llamado a los gobiernos a hacer una evaluación nacional de los beneficios económicos que generan las áreas protegidas, usando como instrumentos la valoración económica, contabilidad de los recursos naturales y otros instrumentos de la economía ambiental.

Entre los fondos de innovativos se ha propuesto una especie de impuesto para contaminar, proveniente de las actividades llevadas a cabo en las empresas petroleras y otras empresas extractivas.

UN NUEVO SISTEMA DE GOBERNABILIDAD

El plan de trabajo hace un llamado a los países Partes para que desarrollen nuevos sistemas de gobernabilidad dentro de las áreas protegidas, de tal manera que se involucren nuevos actores, y se promueva un ambiente facilitador para incluir en los procesos de participación a las comunidades indígenas y otros actores, incluyendo empresas privadas.

EL ROL DEL CONSORCIO DE ONG DE CONSERVACIÓN

En el ámbito del grupo de trabajo sobre áreas protegidas, se ha formado un consorcio de ONG para apoyar la implementación del plan de trabajo en áreas protegidas. El consorcio está compuesto por BirdLife, Conservation International (CI), Flora & Fauna International (F&FI), The Nature Conservancy (TNC), Wildlife Conservation Society (WCS), WWF y el WRI.

La mayoría de estas empresas tienen distintos tipos de relaciones con las empresas petroleras, a quienes les están ayudando a desarrollar “una actividad que asegure la conservación de la biodiversidad”.

CONCLUSIONES

Aunque la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad son necesidades impostergables, los últimos desarrollos en el campo de la conservación nos demuestran que son los intereses de terceros los que prevalecen en las políticas de conservación.

Por un lado están los intereses colonialistas de las organizaciones internacionales de conservación, que desean controlar grandes extensiones de territorio; y por otro lado, los intereses de las empresas transnacionales que tienen interés en los recursos de la biodiversidad y de los ecosistemas para su propio beneficio.

Es necesario que las organizaciones y comunidades afectadas por estas políticas de conservación, trabajen en sus propias políticas de conservación, en pleno reconocimiento de sus derechos ancestrales.

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