jueves, diciembre 16, 2004

COMUNIDADES Y SINDICATOS ADMINISTRAN SERVICIOS DE AGUA

Carmelo Ruiz Marrero
Semanario Claridad
Puerto Rico, 18 de noviembre 2004

Ya sabemos que la privatización de servicios públicos es mala. ¿Entonces qué? Al ser confrontados con la evidencia de que el privatizar es desastroso, los ideólogos y apologistas de la derecha neoliberal se amparan en el argumento de que la discusión es futil ya que no existen alternativas. Pero sin embargo, alrededor del mundo, comunidades y sindicatos están demostrando que sí se puede administrar los servicios de agua sin privatizarlos.

Brasil

En el estado brasileño de Rio Grande do Sul la Companhia Riograndese do Saneamento (CORSAN) da agua a 6.5 millones de personas. Tras el Partido de los Trabajadores ganar las elecciones estatales en 1998, la CORSAN fue reorganizada y puesta bajo el control de unas 80 asambleas de pueblo que fiscalizan el presupuesto. Se le considera ahora una de las compañías de agua más eficientes y eficaces de Brasil, según la organización no gubernamental Corporate Europe Observatory.

Al norte de Rio Grande do Sul, en la ciudad norteña de Recife la comunidad luchó exitosamente contra la privatización de la compañía de agua estatal, una empresa pública que era un verdadero desastre. Tras un extenso proceso de consulta democrática, se creó un consejo municipal para mejorar los servicios de agua potable. Este consejo gestionó una reestructuración de la compañía de agua que en unos pocos años resultó en una dramática mejora en el servicio.

Bolivia

En 2002 el gobierno del presidente Hugo Bánzer revocó la privatización de los acueductos de la ciudad boliviana de Cochabamba tras protestas multitudinarias. Después de ser devueltos los acueductos al control público, las organizaciones populares crearon la Coordinadora del Agua para proporcionar el líquido de manera democrática e igualitaria. La Coordinadora reescribió los estatutos de SEMAPA, la compañía de agua local, para facilitar la participación popular directa en su junta directiva. En mayo de 2002 tres de los siete miembros de la junta fueron electos por los residentes de Cochabamba.

El mayor problema que enfrenta la Coordinadora es la enorme deuda de SEMAPA, la cual la pone bajo la bota de instituciones financieras internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Pero el BID, al igual que el Banco Mundial, es ideológicamente hostil a cualquier cosa que contradiga el evangelio neoliberal. Además, las elites bolivianas están haciendo todo lo posible para que la Coordinadora fracase. Sin embargo, el pueblo sigue adelante y está dispuesto a hacer cualquier esfuerzo para que funcione su "democracia de agua".

Ghana

En el país africano de Ghana, 70% de la población carece de acceso a agua potable. A esta carencia se le atribuye 70% de los casos de enfermedad que sufre la población, especialmente cólera y tifoide. En 2001 el gobierno subió las tarifas de agua en un 95% para pagar deudas, forzando a las familias con servicio de acueducto a gastar hasta 20% de su ingreso para obtener el valioso líquido. Hubo familias que tuvieron que sacar sus hijos de las escuelas para poder tener suficiente dinero para agua.

Entonces el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) vinieron con una solución al problema: que el gobierno deje de subsidiar el agua, privatice los acueductos y los venda a transnacionales como Bechtel, Suez o Vivendi, y force los abonados a pagar el precio de mercado. Pero el Comité Nacional Contra la Privatización del Agua, bajo el liderato del abogado y activista Rudolf Amenga-Etebo, tuvo otra idea y la puso a trabajar en el pueblo de Savelugu: manejo comunitario en colaboración con el sector público.

En Savelugu la Ghana Water Company Ltd., empresa del sector público, provee el agua y la comunidad es responsible por el precio, distribución y mantenimiento de la infraestructura. La toma de decisiones en la comunidad es transparente y democrática, lo cual hace posible la distribución equitativa del agua. Además hay subsidios progresivos para quienes no tengan suficiente dinero. Hoy, la calidad y disponibilidad del agua en Savelugu es mucho más alta que antes.

El modelo de Savelugu se está regando por toda Ghana y el movimiento anti-privatización logró una gran victoria en 2003 al disuadir al gobierno de la idea de vender los acueductos. Pero la batalla aún no está ganada. Bajo presión del Banco Mundial y el FMI, el gobierno está buscando que el Parlamento apruebe un segundo proyecto de privatización de aguas. Mientras tanto, el Banco Mundial ha contratado una firma de relaciones públicas para promover la privatización y desacreditar el modelo de Savelugu.

Estados Unidos

En Estados Unidos también se está repensando y reconsiderando la fe ciega en las virtudes de la empresa privada. Para resolver sus problemas con el agua, varias ciudades han experimentado con modelos de colaboración y reingeniería que han resultado ser exitosos.

* En 1998 el Departamento Metropolitano de Alcantarillados de la ciudad de San Diego implantó un programa de mejoramiento operacional que resultó en ahorros de $37 millones en dos años. El programa es producto de colaboración con el local 127 del sindicato AFSCME y la Asociación de Empleados Municipales. Ahora el municipio está planeando tratar este modelo colaborativo con otros servicios públicos.

* El Departamento de Servicios de Agua de la ciudad de Phoenix se unió con el local 2384 de AFSCME para formar Participatve Association of Labor and Management (PALM), la cual usa conceptos de reingeniería para mejorar la eficiencia, proteger la calidad del agua y mantener las tarifas bajas. La meta de este esfuerzo fue ahorrar $60 millones en los primeros cinco años, pero en lugar de eso ahorraron $77 millones.

* El departamento de acueductos y alcantarillados del condado Miami Dade en Florida implantó en el programa de reingeniería POWER (Partnership Optimizing Water and Sewers' Efficiency Reengineering Program), con la colaboración del local 121 de AFSCME. Gracias a POWER, los gastos operacionales del departamento bajaron $52 millones entre 1997 y 2001. Desde 1998 las tarifas de agua no han aumentado.

* En el condado King del estado de Wáshington, la división de tratamiento de aguas usadas unió fuerzas con los Tronquistas y el sindicato SEIU en 2001 para buscar la manera de no subir las tarifas a los abonados. Ese año ahorraron $2.8 millones, los cuales fueron usados para estabilizar las tarifas y darle bonos a los 700 empleados más eficientes.


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